LA VICTIMA EN EL DELITO SEXUAL
- Criminologos
- 7 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Entre las situaciones más traumáticas que puede vivir una persona a lo largo de su vida se encuentra con total seguridad ser víctima de un delito contra su libertad sexual. La forma de violencia sexual puede ser de muchas intensidades y de muchos tipos (acoso sexual, abusos sexuales, violación, trata de seres humanos, mutilación genital, y un largo etcétera), pero las víctimas generalmente son mujeres, en muchas ocasiones estas conductas están vinculadas a la violencia de género o personas especialmente vulnerables como menores de edad, ancianos, personas sin hogar o víctimas de conflictos bélicos.
Resulta indignante pero lo cierto es que estas personas, quienes suelen presentar secuelas psicológicas muy graves derivadas del delito que han sufrido, en un alto porcentaje de las ocasiones sufren durante el larguísimo procedimiento judicial que llevará (o no) al autor del delito a ser condenado por la comisión del mismo, lo que se viene denominando doble victimización o victimización secundaria. Estos conceptos hacen alusión a las consecuencias negativas que tiene para la víctima la respuesta inadecuada e insuficiente del sistema jurídico ante la comisión de un delito, que suelen incrementar el sufrimiento de estas personas pues experimentan sentimientos de enorme inseguridad, angustia y ansiedad.

PERSONALIDAD DE LA MUJER: VICTIMA DE DELITOS SEXUALES.
En la dinámica de las conductas sexuales se encuentran dos elementos de importancia: la particular sexualidad que constituye una grave alteración en el autor del delito y el comportamiento de la víctima. Existen muchas clasificaciones sobre delitos sexuales, como violación, incesto, impudicia con niños, exhibicionismo y prostitución. Entre las consecuencias del daño que reciben las mujeres Violadas se encuentra la prostitución. Ésta es la forma más común de la delincuencia femenina. Es una conducta con un gran significado autodestructivo.
La forma más común de la delincuencia femenina es la del comportamiento sexual antisocial.
Pero ¿qué lleva a la joven a realizar esta conducta?
“Se observa una tendencia a la autodestrucción, que está presente en las pautas psicológicas de
todas las prostitutas”. Sobre las consecuencias de la victimización femenina, explica puede hallarse en
Oposición frente a los padres o frente a su ambiente, se siente tratada injustamente, ha tenido experiencias traumatizantes y ahora se “venga” a través de la prostitución. La prostitución puede
También tener su origen en una forma de expresión-infantil, neurótica, en la que la prostituta traslada a lo corporal sus necesidades afectivas.
Debe también tenerse en cuenta la situación socioeconómica, pero los determinantes esenciales son psicológicos, ya que la prostitución es una forma de autodestrucción y su forma de vida sexual es un mecanismo de defensa contra la desintegración del yo.
En México, los delitos de robo, las lesiones, los daños y los Homicidios, son los delitos más recurrentes del fuero común, y los Delitos Sexuales demasiados constantes, donde solo una pequeña proporción de Víctimas son las que denuncian.
Por: Lic. Roberto González. Miembro colaborador de la Barra Nacional de Criminólogos y Criminalistas SLP
Comentarios